¡¡¿Gurú de la seducción?!! Por qué odio los “gurús” y por qué deberías mantenerte alejado de ellos

Algunos me definen como un “gurú de la seducción”… y a mí, sinceramente, esta definición me da escalofrío.

Hace algunos días una persona me preguntó por qué no quería que me definiesen como un gurú, visto que no hay nada de malo en ello.

Pues bien… sí hay mucho de malo en ello, tanto para quien se define como “gurú” como para las personas que lo siguen.

Pero en este artículo no me referiré a mí sino a la enfermiza dinámica “gurú-seguidores”, quisiera demostraros cuán erróneo es seguir a un gurú y por qué os aconsejo que os mantengáis alejado de los presuntos “gurús”.

Por tanto, comencemos a explicar por qué pensar como un gurú y autodefinirse como tal provoca muchos problemas:

1. El gurú no puede aprender

Como ya sabe todo de la situación, no puede aprender nada más. Por tanto, si creyese que soy un gurú, no podría continuar haciendo la cosa que más me gusta en el mundo: aprender, aprender, aprender .

2. El gurú no puede equivocarse

No puede equivocarse porque debe ser perfecto, pero esta no es una característica humana y genera mucha ansiedad.

3. El gurú esconde una profunda inseguridad

Si te autodefines como una persona perfecta e infalible, quiere decir que en realidad no eres capaz de aceptar que puedes equivocarte y cometer errores, esto esconde una profunda falta de aceptación de sí y una inseguridad muy fuerte, aunque se encuentra muy bien enmascarada.

4. El gurú construye su identidad totalmente sobre los demás

Si uno quiere definirse como un gurú necesita a un grupo de seguidores que lo consideren como tal, así crea su autoimagen sobre la imagen que los demás tienen de él. Por tanto, depende totalmente de sus seguidores.

5. El gurú no puede decir que se ha equivocado

Como no se puede equivocar, ni siquiera puede cambiar su idea sobre algo que haya dicho en el pasado.

Por tanto, se encuentra atrapado por sus mismos conceptos y no puede hacer una cosa que es perfectamente normal en el ser humano: cambiar de idea. Pero… ¡solo los muertos o los estúpidos no cambian nunca de idea!

Dicho esto, también existen efectos extremadamente negativos para los seguidores del gurú, y son esos los que más me preocupan:

1. Los seguidores no piensan

Como todo lo que el gurú dice está bien, no es necesario pensar más, ¿no?

2. Los seguidores se convierten en zombies

Estudios científicos han demostrado que cuando nos encontramos delante de figuras que consideramos que tienen un poder fuerte, nuestra parte crítica tiende a apagarse y hacemos lo que esta persona nos sugiere.

Vale aclarar que, hasta cierto punto, se trata de un mecanismo natural que ocurre a menudo y funciona bastante bien cuando lo hacemos conscientemente, pero cuando es algo constante y exagerado se convierte en un gran problema.

3. Los seguidores no pueden superar al gurú

Los seguidores nunca serán tan buenos como el gurú, si lo fuesen, no existiría más el gurú y ellos dejarían de ser sus seguidores.

4. Los seguidores siempre se sentirán diferentes

Los seguidores se sentirán siempre como seguidores, muy alejados de la perfección del gurú de turno.

5. Los seguidores buscarán la perfección

Como siguen al gurú perfecto, estarán obsesionados con ser perfectos, y cada vez que no lo logren o que cometan un error, se maldecirán, en vez de aceptar las equivocaciones como retroalimentaciones, algo normal que forma parte de la vida.

6. Los seguidores disminuyen su nivel cada vez más

Se trata de una dinámica maldita, la he insertado por último porque es la más importante, esa de la cual te debes mantener alerta.

En práctica, esto es lo que sucede…

Digamos que hay un hombre que, en una escala del 1 al 10, es bueno con las mujeres a nivel de un 4. En fin, no es el mejor del mundo. Una noche encuentra a un hombre que es mejor que él, digamos que tiene un 7, le dice que no sabe cómo tratar con las mujeres y que le enseñará algunas cosillas.

Sucederá que, cuando enseñe, el chico más listo se sentirá como un pijo y tratará al otro como si fuese inferior, esa noche mejorará, pasará de un 7 a un 8, porque estará investido del rol de maestro de la seducción / gurú perfecto y esto lo cargará positivamente.

Al chico que no sabe cómo ligar se le asignará un rol “inferior” (en términos de capacidad) y este, al ensimismarse en su nuevo rol, será peor que antes.

En práctica, se instaura una dinámica superior-inferior muy fuerte, el que se considera superior, mejorará pero el que se considera inferior, empeorará.

¿No me crees? Haz la prueba, esto es válido para cualquier cosa.

Este es el motivo principal, entre todos los que he enlistado, por el cual no quiero ser considerado como un gurú, ¡porque os hace daño!

Por eso una de las primeras cosas que un entrenador realmente bueno debería hacer es ponerse en el mismo plano de su cliente, hacerle sentir que él no es superior ni inferior, hacerle comprender que todos pueden equivocarse y que pueden mejorar. ¡Esto será muy satisfactorio para el cliente!

Por esta razón nunca me pongo por encima de mis clientes, quienes han hecho orientación telefónica conmigo lo saben. Al contrario, cuando siento que lo necesitan, les cuento alguna historia en la cual me he llevado un “no” descomunal o he hecho una figura de mierda .

Para mí se trata de historias divertidas, para el cliente también, y dejan un mensaje bien claro: ¡SOMOS SERES HUMANOS! ¡EQUIVOCARSE ES SANO Y HUMANO!

Resumiendo: ¡mantente alejado de los gurús!

Date cuenta de que no hay personas perfectas y que todos se equivocan, nota que somos seres humanos y la grandeza no radica en no equivocarse nunca sino en saber levantarse después de la caída y comprender dónde cometimos el error para aprender la lección.

Te dejo tres frases bellísimas:

“Sigue a quienes buscan la verdad y escapa de quienes dicen haberla encontrado”

Goethe

porque:

“La duda no es una condición agradable pero la certeza es absurda”

Voltaire

por tanto:

“La búsqueda de la verdad es más importante que poseerla”

Einstein

Un saludo de tu NO GURÚ de seducción 🙂

Marco

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