El interrogatorio: una técnica avanzada para aburrir a una mujer en 5 minutos

Hoy os presentaré una técnica secreta para atraer a una chica, atención, atención: es la técnica del interrogatorio, de la cual hablo en el reportaje gratuito: “Seducción: los 37 errores más comunes”.

“¿Para qué sirve?”

¿¡¿¡¿Cómo que para qué sirve?!?!?

¡Para aburrir a una mujer en el menor tiempo posible!

Ahora te explico con más detalles lo que debes hacer.

La primera vez que conoces a una mujer, lo primero que debes hacer es plantearle una pregunta.

No es:

Es simplemente hacerle una pregunta.

Después, cuando ella responda, en vez de decirle algo sobre ti, ¡hazle inmediatamente otra pregunta!

Como aburrir a una mujer

Y cuando responda de nuevo, ¡no digas nada! Hazle otra pregunta. Pero hazlo rápido, ¡¡¡no te arriesgues a participar activamente en la conversación!!!

Plantearle tantas preguntas no solo sirve para ser aburrido sino también para presionarla y hacerla sentir incómoda.

¡Todos esos efectos con una sola técnica! ¿No es fantástico?

Sigue estos consejos y te aseguro que en pocos segundos la aburrirás de muerte.

Además, pasarás a ser un pringado colosal y estarás seguro de que no le resultarás atractivo, ni siquiera te sumará a su zona de amigos, porque serás tan aburrido y pesado que no querrá tenerte en su vida ni siquiera como amigo.

Si tienes dudas sobre esta fantástica técnica, escribe tu pregunta en los comentarios.

Eeeee ya me parece escuchar opiniones que disienten:

“¡Jamás funcionará!”

“Genial, la pruebo con mi madre”

“Pero esta técnica la usa mi abuela conmigo”

“Pero… ¿¡¿qué diablos dices, Marco?!?”

“¡La puedo utilizar como una broma!”

“No sé si la podré aplicar”

¡Cuántas vueltas! ¡Pruébala! ¡No te arrepentirás!

Vale vale, aparte de las bromas: ¿de qué estoy hablando?

Estoy hablando de un error muy común que algunos hombres cometen: hacer demasiadas preguntas cuando intentan seducir a una mujer.

Es algo que sucede dondequiera (y sobre todo en ciertos contextos particulares, como en las citas rápidas).

¿Por qué lo hacen?

Los motivos suelen ser diversos:

  • no saben qué decir
  • piensan que mostrarse interesados sirve para crear atracción
  • siguen un “esquema de conversación” que tienen en su mente

El resultado es que la mujer:

  • se siente presionada
  • se aburre

Entonces, ¿cómo resolverlo?

Simple: ¡no hagas demasiadas preguntas!

Te enseñaré un truco: si te das cuenta de que te vienen a la mente muchas preguntas y no sabes qué hacer, en vez de plantear la pregunta: ¡intenta adivinar!

Por ejemplo, en vez de preguntar “¿En qué trabajas?” puedes intentar adivinar, por ejemplo:

  • “No sé por qué pero tienes pinta de abogada”
  • “Sabes que tienes pinta de maestra, apuesto a que das clases”
  • “Esta característica tuya tan [adjetivo] me hace pensar que eres [trabajo]“

Que adivines la profesión o no tiene poca importancia, lo interesante es que siempre te preguntará si se nota tanto o qué te ha hecho pensar lo que has dicho.

Se trata solo de un ejemplo, en realidad no tienes que restringirte al trabajo, puedes aplicar esta idea a cualquier pregunta que te venga a la mente, y también lo puedes usarla para tomarle el pelo pero siempre con buena onda.

Marco

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