El juicio de los otros: cómo liberarte del miedo al juicio de los otros

Hace algunos días, en una sesión de Coaching Telefónico, una persona expresó su miedo al juicio de los otros.

El miedo al juicio de los otros se puede manifestar hacia un “ellos” hipotético. En este caso la persona crea un “ellos” imaginario y se siente juzgado por esta entidad.

Al contrario, en el caso de la sesión de Coaching, esta persona solo temía al juicio de algunas personas en particular, le tenía miedo a lo que ellos pudiesen pensar de él.

Si bien estos dos tipos de miedo son diferentes y se enfrentan de manera relativamente diversa, tienen la misma base común a partir de la cual se puede comprender toda la cuestión y liberarse del miedo al juicio de los otros.

Pero, ¿qué tiene que ver el miedo al juicio de los otros con la seducción?

Tiene mucho que ver, porque cuando una persona se siente libre del juicio de los demás, expresa mil veces mejor su energía masculina, que a menudo se encuentra sofocada por este temor.

En el momento en el cual muchos hombres intentan seducir a una mujer tienen la sensación de moverse sobre una cuerda floja y creen que podrán caerse en cualquier momento. Su mente, a menudo de forma inconsciente, se llena de dudas: “¿Qué pensará si hago esto? ¿Qué pensarán las otras personas si me ven haciendo esto otro?”.

No es el máximo, ¿no crees?

¿Cómo funciona el miedo al juicio de los otros?

Dígamoslo inmediatamente: cada uno de nosotros, en diferentes niveles, se interesa un poco por el juicio de los otros. Es uno de los aspectos que mantiene unida a todas las sociedades.

No obstante, una cosa es interesarse por el juicio de los otros y otra muy diferente es tenerle siempre miedo. Tener miedo limita tu acción y te hace menos eficaz, tanto en la vida como en la seducción.

Las personas que le tienen miedo al juicio de los demás poseen una característica particular: piensan que tienen súperpoderes. ¡Piensan que pueden leer la mente de otras personas! 🙂

No solo se preguntan qué pensarán los demás de ellos si hiciesen esto o aquello sino que están convencidos de que lo saben.

Están seguros de saber lo que los demás piensan de ellos, suponen cuál será el juicio que los otros realizarán sobre sus comportamientos.

¡Asombroso! ¡Como si fueran verdaderos magos!

En primer lugar, ¡concientiza que no puedes leer en la mente de las personas! Piensas que cada cual tiene una idea fija, similar a la que tienen los otros, de lo que tú haces pero no es así.

Y ahora viene la parte que más me gusta: ahora te muevo un poco el tapete, ¿estás preparado?

Si siempre andas preocupado por el juicio de los demás… ¡Eres un egocéntrico!

Eres un egocéntrico porque sientes que eres el centro del mundo (ego-céntrico), piensas que los demás siempre te están mirando, piensas que se preocupan siempre por lo que estás haciendo.

En primer lugar, estos fantasmagóricos “otros” no son una entidad única, cada cual se comporta de forma diferente.

En segundo lugar, te digo un secreto: las personas se preocupan demasiado por sí mismas como para pensar en lo que tú haces.

Excluyendo a los amigos y familiares, a las personas tú no le importas un carajo, métetelo en la cabeza de una vez y por todas.

Al contrario, la tendencia común es la de sentirse el centro del mundo y pensar que sabes lo que los otros piensan a través de súperpoderes.

Esto crea una situación paradójica.

Una persona que teme mucho al juicio de los demás entra en una habitación, mira a su alrededor con aire circunspecto, siente que es el centro de la atención e inconscientemente se pregunta qué estarán pensando los demás de él.

Bien, adivina, ¡todos los demás están pensando lo mismo! ¡Todos los otros se preguntan qué estarán pensando las personas de ellos!

¿No es divertido? ¡Bienvenido al baile de los egocéntricos!

En este punto, la persona que sea capaz de arrastrar tras de sí a los demás y asumir un rol de líder será la que comenzará a importarle menos la opinión de los otros, actuará con mayor libertad, se sentirá mejor y todo esto se expresará a través de su comunicación.

Date cuenta de todo esto y, si todavía tienes miedo al juicio de los demás, puedes hacer este fantástico ejercicio.

Marco

(alias Reborn)

P.S. Este artículo sobre cómo liberarse del miedo al juicio de los otros ha sido extraído de la Guía: “Seguro de ti en 60 días”.

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