Encuentra tu estilo seductivo

La seducción tiene un poco de ciencia y otro tanto de arte. Por ende, se puede analizar y conducir de formas diversas, con estilos diferentes.

En el momento en el cual una persona comienza a aprender la seducción, lo primero que debe hacer es comprender los errores de base (échale un vistazo a: “Seducción: los 37 errores más comunes”) y las reglas básicas.

Las reglas básicas valen para el 99% de los casos. No mendigar atención, dar emociones, asumir un buen lenguaje corporal… todas estas son normas que se encuentran en la base de la seducción y que valen para todos.

Subrayo el “valen para todos” porque existen otras cosas que no valen para todos. De hecho, una vez que hayas aprendido las reglas básicas, habrá llegado al momento de probarlas, experimentar y encontrar el propio estilo seductivo.

Como en el deporte: primero aprendes a realizar los movimientos básicos y después desarrollas tu estilo. Los mejores jugadores han desarrollado a la perfección las bases fundamentales pero al mismo tiempo, difieren entre sí en muchos aspectos.

En el arte se aplica el mismo principio, solo que en este campo hay más libertad. Pero además del arte moderna y contemporánea, donde puedes hacer prácticamente cualquier cosa y siempre habrá alguien que lo considere arte, si tomamos como ejemplo el arte medieval nos daremos cuenta de que existen cánones fijos y fundamentales a partir de los cuales los mejores artistas han encontrado su propio estilo.

Bien, en la seducción existen diferentes estilos, algunos se parecen y otros no pero en el fondo cada cual tiene el suyo.

En este punto surge una cuestión que sacó a relucir una persona en un comentario al pedir más ejemplos prácticos de lo que yo haría en los diferentes momentos de la seducción. Qué diría, cómo me movería, qué comunicaría con el cuerpo, etc.

Por una parte, estos detalles pueden ser útiles pero por otra parte, también pueden ser dañinos.

¿Por qué?

Porque puede desencadenar el efecto “copia”; es decir, alguien podría intentar imitarme pensando que de esta forma tendrá éxito.

No hay nada. Más equivocado.

Existen cosas que funcionan para todos y otras que solo funcionan para algunos. Por ejemplo, puedes imitar un buen lenguaje corporal de apertura, y esto vale para todos, pero no puedes imitar lo que dice otra persona teniendo la certeza de que funcionará.

Me explicaré mejor con un ejemplo.

Si me acerco a una chica usando el enfoque directo y tengo éxito diciendo una frase determinada y manteniendo cierta comunicación no verbal… ¡eso no significa que si alguien copia lo que he hecho tendrá éxito!

Lo que yo hago es una expresión de mi energía masculina, filtrada por mi inner game y expresada a través de mi comunicación.

Tú puedes tener modos completamente diferentes de expresar tu energía masculina.

Digamos que te acercas a una chica usando un enfoque semidirecto y que tienes éxito. ¿Sabes qué es lo mejor? Que yo puedo copiar todo lo que has hecho y llevarme un fiasco enorme.

Os lo digo con el corazón en la mano, no soís capaces de imaginar cuánto tiempo he pasado intentando imitar a otras personas y he fracasado miserablemente. No quiero que vosotros malgastéis el tiempo como yo lo he hecho.

No os dejéis engañar por quienes intentan venderos “las frases” o las “técnicas de mierda” afirmando que funcionan siempre y para todos. No es cierto.

¡Y me convendría decir eso mismo! Desde un punto de vista comunicativo (así explicamos también estas cosas ) un mensaje del tipo “Con estas frases cualquiera puede conquistar a una mujer” es mucho más atractivo que decir “Cada cual tiene su estilo”.

Pero cuando por la noche pongo la cabeza en la almohada quiero sentirme seguro de que os he explicado las cosas de forma clara y honesta.

Por eso cuando sugiero frases de aproximación siempre digo que son solo ejemplos.

Las puedes probar y ver si son válidas para ti. ¿Funcionan? Bien, te las regalo . ¿No funcionan? Recuerda que son solo ejemplos y las mejores frases de aproximación son las que surgen espontáneamente.

Este discurso vale para toda la seducción. Así como para todas las cosas que el hombre aprende, precisamente porque las aprende desde el exterior. Por tanto, no te estoy diciendo que no intentes probar lo que hacen los otros.

¡Hazlo! ¡Prueba! ¡Y mira lo que funciona mejor para ti! Recuerda solamente que no debes copiar al pie de la letra a las otras personas, serías poco natural y no podrías conquistar ni siquiera a una piedra .

Resumiendo: hay algunas cosas que valen para todos y otras que no. Para saber lo que funciona mejor para ti debes experimentar.

La seducción es la expresión de la energía masculina que tienes dentro, cada cual la expresa siguiendo su propio estilo, encuentra el tuyo y tendrás una mina de oro.

 

Marco

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