Cómo invocar una emoción para controlar nuestro lenguaje corporal

En el artículo anterior vimos cuáles eran las actitudes y las señales de nuestro lenguaje corporal que debemos controlar racionalmente para parecer mucho más guapos en pocos segundos.

El problema surge cuando hablamos de micro actitudes, o de micro señales; es decir, de esas señales corporales que son mucho más sutiles que la manera en la cual cruzamos los brazos.

Por ejemplo, las expresiones faciales son una de esas señales, aunque a decir verdad también existe una categoría llamada micro expresiones pero el argumento sería demasiado complejo para nuestros objetivos.

El punto es que necesitamos una forma para controlar esas microactitudes puesto que hacerlo racionalmente no es fácil.

Entonces, ¿qué hacer?

Invocamos una emoción.

Cada vez que piensas en una emoción la revives. La puedes revivir de forma muy leve o muy fuerte, en dependencia de una serie de factores, entre los cuales se encuentra tu voluntad para invocarla.

Lo que debemos hacer es recordar cómo nos sentíamos cuando experimentábamos la emoción que desearíamos invocar.

invocar-emocion

La emoción que invocamos hará que nuestro lenguaje corporal cambie automáticamente (no solo las microactitudes) y, por tanto, subcomunicaremos cómo nos sentimos.

Si reflexionas un poco te darás cuenta de que es algo muy intuitivo: tú puedes ver cuando una persona está triste y cuando esta feliz, notas cuando alguien se siente incómodo o cuando es seguro de sí mismo.

Además, esta invocación no es algo abstracto, todos lo hemos hecho de una forma consciente o inconsciente.

Cuando intentas cambiar tu estado de ánimo estás haciendo esto. Por ejemplo, si te sientes ansioso y te dices “Debo calmarme”, lo que estás haciendo es invocar la calma.

Invocar una emoción es fácil pero con un poco de entrenamiento podemos ser aún mejores.

Para entrenarte en este sentido, puedes plantearte una serie de preguntas:

  • ¿En qué momento sentiste de manera más intensa la emoción X?
  • ¿Cómo te sentías? ¿Cómo respirabas? ¿Cómo era tu lenguaje corporal? (asume la postura que tenías cuando experimentaste aquella emoción, esto es fundamental)
  • ¿Qué estabas viendo? ¿Cómo veías las cosas?
  • ¿Qué sonidos escuchabas? ¿Cómo sentías que era el mundo?
  • ¿Qué sensaciones táctiles tuviste? ¿Cómo las sentías?
  • ¿Qué olores percibías? ¿Cómo los sentías?

Cualquier cosa que te sirva para invocar la emoción, ¡úsala! Y recuerda que se trata solo de un entrenamiento, si ves a una mujer guapa y necesitas invocar una emoción no debes necesariamente plantearte todas estas preguntas porque si estás bien entrenado en pocos segundos estarás experimentando la emoción que quieras.

A este punto surge una pregunta: ¿qué emociones se deben invocar para seducir a una mujer?

La respuesta se encuentra en el próximo artículo, en el mientras, piensa en cuál podría ser esta emoción. Escríbenos tus ideas en los comentarios.

Si no quieres perderte la respuesta, inscríbete en nuestro Feed RSS o recibe gratuitamente los artículos vía e-mail.

Marco

– – –
¿Otros idiomas?

Italiano
Spagnolo